Lo gracioso de practicar yoga… de lo que pocos hablan

Es fácil pensar que el yoga no es para todos porque lo que se muestra por social media nos pinta estos seres fisicamente imposibles de igualar. No sólo por sus cuerpos moldeados cual David de Miguelangel, sino por lo difícil que resultan hacer muchas posturas.

Lo que se queda por fuera de estas fotos y videos tan bien iluminados es que la práctica del yoga es tan real, humana y cruda, que cuando estamos en el mat, no sólo afloran emociones tan guardadas, sino también que nuestro cuerpo hace cosas que no podemos controlar. 

No lo digo sólo por la cantidad de sudor, o del olor, sino también por esos sonidos que escapan del intestino o los traquidos de las caderas y articulaciones, por mencionar algunos.

Por eso quiero compartir esos momentos chistosos y muy poco glamorosos que nos ocurren en nuestra práctica o enseñando una clase. Esto nos ha pasado y aún seguimos amando y volviendo a pararnos sobre el mat.

Nadie se dio cuenta, pero me embarré

Marian Marval

Estaba enseñando yoga en el parque, descalza, como hacía siempre. Me sentía tan a gusto, mis pies tocaban la grama húmeda y la tierra. Mientras mis alumnos practicaban con ese privilegio de estudio al aire libre.

Cuando enseño no veo al piso porque estoy fijándome en los estudiantes. Así seguí caminando hasta que sentí que mi pie derecho pisó algo más blando. Sigo dando instrucciones, pero alzo mi pie, sí, no era tierra húmeda, era pupú de perro

Por segundos me paralicé, quería salir corriendo y lavarme, pero controlé mi ego y seguí enseñando como si nada. Lo único que hice fue limpiarme con una raíz que sobresalía. Lo hice tan fuerte que me raspé fuerte el talón. Nadie se dio cuenta.

Al terminar y despedí a todos fui a lavarme en uno de las fuentes del parque y después no quería ni ponerme mis zapatos. No pasó nada, no morí, no me enfermé, solo me embarré.

Se me escapó uno, que peo.

Yamileth Guntin

Yoga es más que poner tu pie en la cabeza, o torcerte como pretzel, es un canal para una transformación emocional que no vemos a diario en nuestra vida común. Pero, yoga también es diversión. Para mi es una manera de liberarme de emociones negativas como la vergüenza, para mi es la peor de las emociones humanas. 

Una de las experiencias más graciosas en estos 9 años de práctica ha sido lidiar con un gas en una clase repleta de yoguis. 

Recuerdo que estaba en una clase y estaba empezando a practicar pararme de cabeza. Estaba haciéndolo muy empecinada y después de varios intentos lo logré.

Cuando empecé a bajar los pies al piso, mi estómago inició una pelea con un gas que tenía atrapado, como no tenía control de eso, entonces apliqué una regla dorada del yoga…entregarnos. 

Así que en mi descenso, dejé salir exitosamente mi peo y rendirme ante la circunstancia.  

Cuál fue la reacción de los otros yogis? Un gran silencio compasivo por mi lucha. Nunca he tenido una comunidad más comprensiva, ya que entendieron que un peo es una necesidad biológica y está bien liberarlo, de la misma manera como me liberó a mi del horrible sentimiento de culpa.

Alguien se durmió…y ronca.

Maureen Curtin

Estaba haciendo un taller de yoga de tres horas, había muchos estudiantes en esa clase. Fue una práctica vigorosa con muchas poses retadoras. Yo no podía esperar por hacer Savasana, nos habían dicho que sería larga. 

Finalmente, llegamos a la postura de la relajación, puse mi toalla sobre mis ojos y me dispuse a caer en este estado de sueño. 

Unos pocos minutos pasaron y de pronto oigo una respiración suave que viene muy cerca de donde estoy acostada. Luego se vuelve más fuerte esta respiración y luego se volvió un ronquido bien fuerte

Creí que era un hombre, pero era una muchacha, fue muy gracioso y algunos estudiantes empezaron a reírse. Cómo podemos concentrarnos con esos ronquidos tan duros? 

Finalmente nos levantamos de la relajación y nadie dijo nadie, pero todos teníamos todos una sonrisa en nuestros rostros. Supongo que ese era el punto. 

Esto es una flauta

Anónimo

A cierta edad el canal vaginal se pone como flácido y bueno cada vez que hacía una postura de apertura de piernas mi vagina soltaba un aire, porque como que se llenaba de aire y entonces lo expulsaba y sonaba, parecía una flauta en plena clase. 

Como era tan incómodo empecé a investigar y leí que una solución era ponerse un tampón. Así lo hice, a pesar de que ya no tenía la menstruación volví a usar tampones para que no salieran esos sonidos.

Eso me lo solucionó, menos mal ya no suena. 

¿Y ustedes por qué no saben eso?

Ysabel Leonor Cadenas

A las 2 semanas de haber comenzado a practicar yoga senti que me estaba enamorando y supe que no era un amor pasajero y como ese amor me envolvió de una manera tal que no lo podia explicar, solo sentir; decidí investigar para buscarle una explicación.

Me compré mi primer libro de yoga “Sai Yoga”, de Indra Devi y comencé a estudiar con pasión desbordada. Cuando terminé el libro (como a los tres días), llegué a la clase a interrogar a mis compañeros (que tenían mucho mas tiempo que yo practicando) 

¿Sabían que la postura X o Y, tiene tales beneficios, y se debe hacer así…o asao, en la mañana es mejor esta, en la noche la otra? 

Todos se voltearon extrañados y me preguntaron, ¿Por qué sabes todo eso? Y yo, más extrañada que ellos les respondí ¿y por qué ustedes no lo saben? 

Ellos coincidieron “lo único que nos importa de toda esta historia, es que nos sentimos muy bien cuando practicamos yoga”

Después de casi 20 años, es cuando entiendo, no necesitaba buscar tantas explicaciones, pues difícilmente se puede explicar con palabras, el yoga solo se puede sentir. 

Mi alumna, la actriz de SNL

Christine Gagen

Al enseñar en Nueva York era común tener a celebridades en clase. Pero una vez una actriz de un show que acababa de terminar de ver llegó a mi clase. Al saludar a mis estudiantes a ella le dije “ que bueno verte de nuevo”. 

Nunca la había visto, pero pensé que sí porque siempre la veía en televisión. 

También tuve una estudiante regular que era actriz del show SNL y a veces no podía verla porque ella es muy chistosa, ella es muy especial y tenía temor de que me empezara a reír o parafrasear sus chistes durante la clase.

No me caí, sólo me enredé

Mónica Mendoza

Un día estaba practicando con un video y estaba tratando de hacer una postura en el piso que se veía un poco complicada, una torsión con las rodillas al piso. De pronto mi novio llegó y me dijo yo te ayudo. Creyó que me había caído y me iba a levantar del piso. Me dijo que me iba a empezar a grabar para hacerme viral.