Después de varios días sin practicar yoga encontrar la motivación para regresar a clases puede no ser tan fácil. Cualquiera sea la razón, una lesión, estar de viaje, o no tener el tiempo adecuado, puede trastocar tu rutina y hacer tambalear lo que has avanzado con disciplina.
Volver al mat y empezar a reconectar tu cuerpo con el ritmo de las asanas y secuencias es para mi como reconciliarse con nuestra pareja después de una discusión.
Es aceptar que tu cuerpo no está en toda su capacidad, pero a la vez tienes que vencer el miedo de que te vas a lesionar. Observarse de no ir hasta el límite, pero esforzándose lo suficiente para que en la próxima clase podamos estar en mejores condiciones y con más alegría de volver.
Quién no ha tenido esas discusiones dolorosas en las que exponemos nuestros miedos, desafíos, apegos, egoísmos y rencores. Pero, que afortunadamente después de conversar y verse en silencio, también sabes que vas a soltar un poco ese resentemiento, hasta que esa complicidad mutua regrese sin presión y sin exigencias.
Al igual que en esos regresos al mat, que quedamos con el cuerpo adolorido, esos brazos temblorosos en las primeras chaturangas, pero con la intención genuina de que hay que seguir.
Qué hacer para retomar tu práctica, sin importar si eres principiante o no.
- Comienza tu práctica sin expectativas de lo que podrás o no podrás hacer
- Empieza con una clase que no sea tan exigente, puede ser nivel principiante o yoga suave.
- Presta atención si te agitas o te cansas con frecuencia en la clase y toma las pausas que necesites
- No te compares con nadie, ni contigo mismo antes de ausentarte
- Sigue practicando hasta que puedas recuperar el ritmo y si no se da como esperabas, igual sigue adelante.
- Si tienes alguna lesión en el cuerpo, consulta antes con tu médico si puedes practicar yoga.