Cuando vamos al kinder nos llevan a un espacio donde aprender a pintar, a jugar, a socializar en un lugar quizás con muchos colores, juguetes, tijeras, y tantas otras cosas.
Pues bien, tener la intención de dedicar un momento de nuestro día a cuidar de nuestro bienestar mental, emocional y corporal también debería empezar por tener un espacio dedicado para ello.
Sin importar el tamaño del lugar, es ideal que nos invite a que ese espacio se convertirá en un refugio para volver a conectarnos de manera profunda con nosotros mismos y hacer introspección.
Bien sea desde tener un cuarto dedicado para hacer tu práctica de yoga de manera cómoda, hasta sólo un espacio reducido donde poner unos cojines o una silla para sentarte a observar tus pensamientos y calmarlos.
Decóralo según tu personalidad, mantenlo ordenado, limpio, iluminado, que te invite querer estar allí sin distracciones para que puedas recibir los beneficios de tu práctica de introspección.
Diversos investigaciones médicas han sugerido los beneficios de la meditación. Por ejemplo, un estudio de viabilidad sobre el entrenamiento de meditación de atención plena en adultos y adolescentes con síndrome de déficit de atención, arrojó resultados satisfactorios.
Los participantes dijeron que al aprender el ejercicio de meditación lograron mejorar los síntomas del déficit de atención, concentrarse mejor y disminuyeron la ansiedad.
Empezar a meditar no tiene por qué ser difícil, pero si tienes un espacio adecuado y agradable donde hacerlo, te abrirá el camino para que empieces y lo incorpores en tu rutina de vida diaria. También te dejo mi curso online Tus primeros pasos en el yoga.
En mi video te dejo unas sugerencias de cómo ambientarlo.
