Nos obligan a no salir, a tomar una pausa en nuestros días ajetreados y nos exigen lo que hemos ignorado por años, descansar y cuidar de nosotros mismos.

¿Por qué nos incomoda tanto cuando las rutinas nos cambian de un momento a otro? Esa necesidad de controlar el más mínimo detalle de nuestras vidas que se vuelve insoportable cuando lo que sucede no es como queremos.
Lo entiendo porque soltar mis expectativas sobre cúando que deben ocurrir las cosas es uno de mis trabajos constantes.
Si estamos obligados a permanecer en nuestros hogares para ayudar a bajar los contagios por el coronavirus, se nos está regalando la oportunidad para que nos observemos, que hagamos un trabajo de introspección y encontremos el valor para ver esos lugares un poco sombríos que todos tenemos.
¿Que tan difícil e insoportable puede ser estar con uno mismo en silencio? Al principio puede que cueste, es cierto, pero todo proceso valioso y necesario no se aprende en minutos.
¿Cuantas veces nos caímos y nos dimos duro aprendiendo a manejar bicicleta? muchas.
Puede que dé miedo, pero es necesario para avanzar y ayudar a otros a encarar sus sombras. No a manera de juzgarnos y hacernos sentir en minusvalía, sino para atrevernos a cambiar esos hábitos que nos impiden experimentar una vida con gratitud y alegría.
Solo observa y en silencio pregúntate como puedes ser mejor y servir a otros sin egoísmo.
Si eres de los que ha dicho “siempre he querido aprender a meditar, pero no sé cómo hacerlo”, o “es que soy muy malo en eso porque no me concentro”, o “es que no puedo porque es muy difícil”, entonces puedes intentarlo ahora, es el momento ideal para empezar. Tienes tiempo de sobra, bajarás tu nivel de estrés por la pandemia del coronavirus y ayudarás a elevar la energía de un planeta que está herido por el calentamiento global, la injusticia, la violencia y la falta de humanidad.
- Solo siéntate en una posición cómoda, con la espalda erguida, pero no tensa.
- Pon tu mano derecha sobre la izquierda y junta los pulgares.
Mano derecha sobre la izquierda y pulgares unidos - Déjalas descansar sobre tu regazo.
- Cierra los ojos. Concéntrate en tu respiración.
- Observa cómo el aire entra y sale por la nariz. Qué temperatura tiene.
- Atiende cómo cambia se mueve tu pecho al entrar y salir el aire. Así como tu abdomen.
- Solo observa el proceso mismo de respirar.
- Mantenlo por unos 10 minutos.
Verás que te ayudará a reducir el nivel de ansiedad, te sentirás más calmado y sobre todo sentirás agradecimiento porque puedes respirar de manera natural y sin dificultad como muchas personas en el mundo están padeciendo.
Es el momento de elevar la energía y cuidarnos.
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